Te ofrezco carne ardiendo de sirenas También la fruta fresca del monte Algunas veces probarás el mar Algunas veces Sumérgete en estas aguas turbulentas Te enredarás con el halo de sus risas Entra en el cósmico infierno que te ofrecen Toma del cáliz eterno de este azul Prueba la sal que cobijan sus cabellos La inmensidad tan oscura en sus pupilas Aspirarás su rebelde incandescencia Ellas habitan Oceania del mar Ellas habitan Oceania del mar