En tu regazo poso el peso muerto de mis manos, Para arañar tu piel y así quebrar tu llanto, Si ese quejido roto logro darle mas trabajo, Puede que encuentre en tu sonido el fin de un buen hallazgo, Podría hacerte caminar a un paso aligerado, Podría hacerte mutilar si saltas desbocado, Podría hacer callar tu voz si hablas demasiado, ¡HABLO DE TÍ VINILO TU QUE ESTAS GIRANDO! ¡HABLO DE TÍ VINILO TU QUE ESTAS GIRANDO! En tu regazo poso el peso muerto de mis manos, Para arañar tu piel y así quebrar tu llanto, Si ese quejido roto logro darle mas trabajo, Puede que encuentre en tu sonido el fin de un buen hallazgo! En una noche de invierno, Donde reinaba el silencio, Se abría paso una dulce melodia, Era el silbido de un viejo vagabundo, Y yo le pregunté: ¿Qué silba viejo vagabundo? Y el me contestó: Silbo música, silbo mi vida... Y yo... le contesté... En una noche de invierno... Donde reinaba el silencio... Se abría pasó una dulce melodia... Era el silbido de un viejo vagabundo... Y yo le pregunté: ¿Qué silba viejo vagabundo? Y el me contestó: Silbo música, silbo mi vida... Otra vez esa melodia en mi cabeza... Aún me acuerdo de aquella noche... Pues diez largos años han pasado ya... Volvi a hablar con aquel viejo vagabundo, Y el me dijo: Te ofrezco mi melodia, A cambio de unos versos que hablen de ella misma Y yo, le contesté: En tu regazo poso el peso muerto de mis manos, Para arañar tu piel y así quebrar tu llanto, Si ese quejido roto logro darle mas trabajo, Puede que encuentre en tu sonido el fin de un buen hallazgo, Podría hacerte caminar a un paso aligerado, Podría hacerte mutilar si saltas desbocado, Podría hacer callar tu voz si hablas demasiado, ¡HABLO DE TÍ VINILO TU QUE ESTAS GIRANDO! Se abría paso una dulce melodia... Otra vez esa melodia en mi cabeza... Aún me acuerdo de aquella noche... Y yo... le contesté.