Las viejas ciudades Donde es grato vivir. La umbría de los parques Bajo el cielo de abril. Las calles fulgurantes Y el despoblado yerto. Todo lo he visto, de todo me acuerdo. Los dones de la infancia. El mármol y la cruz. El vino y las rosas De la plenitud. Las lindes del edén Y las lindes del infierno. Todo lo he visto, de todo me acuerdo. Los campos sembrados. La flor del girasol. Los altos campanarios, El humano tesón. La guerra y la paz. Lo efímero y lo eterno. Todo lo he visto, de todo me acuerdo En mis ojos yacen mis ayeres muertos. El genio y la locura Bajo el arco triunfal. Las caras del horror Y la gran bacanal. Los amores tardíos Y el sol del invierno. Todo lo he visto, de todo me acuerdo. Las anchas alamedas. Los puertos de ultramar. Las perseidas en el cielo De la noche elemental. Naufragios y odiseas En el trance de los sueños. Todo lo he visto, de todo me acuerdo. La ternura de los cuerpos, La gracia de vivir. Los senos desnudos De la meretriz. El loto en el fango Y la orquídea en el desierto. Todo lo he visto, de todo me acuerdo. En mis ojos, asombros. En mis ojos, prodigios. En mis ojos, portentos. En mis ojos yacen mis ayeres muertos