Los trovadores del siglo 21 vienen sin guitarras Sobre tarros, entre turras y cacharros con los panas Les muestro el trasero como Antanas Sin ser tan ridículo como Elvira y Susana Soy como René la Rana Tengo el cuerpo lleno de verde y las pupilas planas Y me niego a estar parado en la fila de la luz roja O a estar condicionado por la ruta que la empresa escoja Mejor recorro los caminos que a mí se me antojan Caminatas por la city para borrar la congoja Pensando en versos busco un adecuado mantra Y me quedo dormido en un anticuado Santra Mi letra gruesa se delinea con fat caps Y mi rap obeso es perro viejo en los fat camps Aquí no venga a buscar consuelo Lo mío es escupir varias ideas y regarlas por el suelo En este duelo, de capoeira entre beat y letra No habrá quién lo secunde si rapea sobre metra Soy de la montaña como Kenworth Por eso salgo con chanchullos como Frank Underwood Y es que en esto del rap hay que probar finura Entre toda esta mixtura impura que satura Y es que entre tanta cháchara y tanto chéchere Hay mucho títere que no sabe lo que quiere Y me incluyo, porque no contribuyo a lo mío y lo tuyo Y lo de los demás lo agarro con mi mano y lo destruyo Fluyo mejor con un par de ronaldos encima Y no me refiero a Nazario da Lima A mis veinte estoy añejo como uno de Caldas De tanto subir faldas, hasta las cimas Con cara de niño y la mente de anciano Pero sin ser conservador como Laureano, no Tampoco vengan a tacharme de rojo Porque a mí ningún cóndor me ha dejado cojo, aquí Prefiero leer que escribir Escuchar que producir Pero no podía quedarme en ceros En este mundo lleno de embusteros Pendencieros y andariegos Las pistas del juego encajan como legos Y el culpable no es el mayordomo, hasta luego Hasta luego