Siempre fue por el buen camino y nunca se dejó llevar, Trabajaba quince horas, fiel amigo de los demás. Declaraba lo indeclarable, de apellido honestidad, De vocación ecologista, pacifista sindical, Socio honorario de la palabra solidaridad, y dar y dar. Pero un buen día llego cansado, el pelo sucio y mal color, Con la paga en el bolsillo y dudas que nunca entendió. Compró un fusil con garantía en un anuncio de televisión. Fue al banco, como cada viernes: - Buenos días, señor. cuánto dinero va a ingresar. Cuídese usted, lo veo mal. Un brillo raro en su sonrisa hizo temblar a quien creía conocer. Tiró la piel de cordero y dijo: - He venido a cancelar mi cuenta con este mundo. Gracias por enseñarme a odiar. Sacó el fusil con la etiqueta, todavía sin quitar, Mientras sonreía amablemente a los demás. Y antes de que pudiera, ni siquiera respirar Le metieron cinco tiros agentes de seguridad. Y nunca nadie supo, que es lo que le pudo hacer cambiar. Y bautizaron con su nombre a una nueva especie animal; Un híbrido entre cordero, mierda, lobo y sociedad. Tiró la piel de cordero y dijo: -He venido a cancelar mi cuenta con este mundo. Gracias por enseñarme a odiar Sacó el fusil con la etiqueta todavía sin quitar Mientras sonreía amablemente a los demás.