Hecha de luz de mar, hecha de viento y sal No existe tempestad... ¡que te haga naufragar! Pero yo... te espero en tierra Hija de un vendaval, despliegas velas Me invitas a viajar... ¡entre tinieblas! Pero yo... te espero en tierra No necesito conocer la nieve del Everest Mejor me lo cuentas Me basta con poder decir que lo sé a traves de ti Cuando te acuestas junto a mí Tú eres de aire, yo soy de tierra Y en equilibrio... ¡se forja nuestro amor! Pero yo... te espero en tierra No necesito conocer la nieve del Everest Mejor me lo cuentas Me basta con poder decir que lo sé a traves de ti Cuando te acuestas junto a mí María sin miedo, así eres tú Alguien que vierte en mí su luz Te espero en puerto, ¡lo sabes tú! ¡Déjame!, ¡déjame!, ¡déjame esperar por ti!