No hay nadie que de madrugada Se deslice por mi ventana Soy yo, Debi, quien te espera No hay nadie que de madrugada Bañe mis huesos con tus lamentos Que corte el viento, que escarche mi sangre No hay nadie ahí que funda Mi alma enterrada en la pesadilla Y me lleve al claro vacío donde estás tú No hay nadie que de madrugada Se deslice por mi ventana Soy yo, Debi, quien te espera No hay nadie ahí que funda Mi alma enterrada en tu memoria Y me lleve al trono vacío donde estás tú Algún día cruzaré Sevilla Sobre dos tablas, sin velas ni remos Soy yo, Debi, que vuelvo a casa Y aunque yo sé que no hay nadie allí Seguiré buscándote ♪ No hay nadie ahí que pueda Unir nuestros huesos, levante una puerta Que lleve al trono vacío donde estás tú Algún día cruzaré Sevilla Sobre dos tablas, sin velas ni remos Soy yo, Debi, que vuelvo a casa Y aunque yo sé que no hay nadie allí Seguiré llamándote Bueno, ya no la canto más