No llego a vivir, ¡no!, Mi propia existencia. Soy una inconsciente versión de mí Envuelta en una bandera. Acostumbro a potenciar el horror Desde por las mañanas. Yo enviaba flores muertas Y tú sólo querías biznagas. Hoy los monstruos Soñarán con la razón Mientras celebro la sangre Como un marinero de luces Brillante y decadente. Soy el orgullo nacional, Una herida efervescente, Infecciosa, provocadora y tradicional. Me siento extracorpóreo y no Me ajusto a la realidad. Despertadme de este mal sueño Más oscuro que una soleá. No me reconozco en el espejo, no, Secuestraron la luz y el sol, ¿Prende fuego eso que cuelga Amarillo y rojo de tu balcón? Hoy a los monstruos Les ha fallado la razón Mientras celebro su sangre Como un marinero de luces Brillante y decadente. Soy la tragedia nacional, Una cura en ebullición A una herida efervescente A la que se escupe y no se asiente, A la que se escupe y hay que enterrar. Soy la tragedia nacional.