De este apacible rincón de Madrid, Donde mis años de mozo pasé, Una mañana radiante partí Sin más caudal que mi fe. Por un amor imposible Días de triunfo soñé Y mi fortuna Fue tan propicia Que lo alcancé. ¡Cómo olvidar el querido rincón Donde el cariño primero sentí! ¡Mágica aurora de mi corazón Donde aprendí a soñar! Y el camino de la vida Yo emprendí sin más caudal Que la audacia por bandera Y el amor por ideal. Con la fortuna Me he desposado; Buena compañia Para ser soldado. Con la fortuna Por compañera, En sus alas vuelo A donde ella quiera. Como on remanso de paz y de amor, En mi agitado vivir, Este paraje tan evocador ¡qué cosas me hace sentir! Es la vida que vuelve de mi humilde niñez. Siento ganas de vivirla otra vez. Pero entonces yo volaba Como un mísero pardal ¡y hoy mis alas ambicionan Vuelos de águila caudal!