Mi Cántaro vacío iba una vez rodando, Por pedregales que en el camino encontró, Mi cántaro vacío aunque mucho rodó, Po la gracia divina, no se rompió. Oh cántaro mío ya no más vacío, Del agua de la vida ya Cristo te llenó, Del agua que tomó la mujer samaritana, La cual le fue más dulce que la del pozo de Jacob. ♪ Mi cántaro sufrió, hoy está rebosando, Agua de vida que de un costado brotó, En cuanto a las heridas que mi Jesús sufrió, Mi cántaro rebosa agua de Dios. Oh cántaro mío ya no más vacío, Del agua de la vida ya Cristo te llenó, Del agua que tomó la mujer samaritana, La cual le fue más dulce que la del pozo de Jacob.