Quién deleita tu vientre No hay mañana a solas Así como a otras tu amas No estás atada al mundo que habitas, Así frente al espejo de devoras. No abrazas la almohada, sino la muñeca, Pequeña y desnuda, Pequeña y desnuda como tú, como tú. No estás atada al mundo que habitas, Así frente al espejo de devoras. Alimentas las fauces de tus pupilas La serpiente que evoca tan solo oscila Y triste destila una turbia saliva. Por qué no lloras, Como cualquiera que está solo. O es que eres tú tu propio manjar? O a nadie más puedes amar Que a nadie más puedes amar, Que a nadie más puedes amar, Que a nadie más puedes amar, Que a nadie más puedes amar, Que a nadie más puedes amar, Que a nadie más puedes amar, Que a nadie más...