Ni rezos ni alabanzas Podrán parar el odio que hoy levanta. Mi lucha, tuya y la de él Divergen, no hay comparecer. Un siglo pasa y seguimos igual, Mi meta es mía y de nadie más. Un campo de batalla sin final, Ahí gana el que no puede Al otro amar, quien no siente el dolor en los demás. Un mundo queda esculpido a razón De un par. Obligados a un sistema, Se nos esconde el problema. Futuro degenerado, Es de urgencia alguien a mi lado. En la nación del "Súper Yo" Solo nos queda miseria y dolor, Ya nadie tiene corazón Y no se puede vivir sin amor.