D-U-D-I Los niños de la promo Yeh Nos queremos, pero hay que separarse Y me duele, pero niña es lo que toca Hay que saber en la vida cuando irse Cuando soltar la cuerda, antes de que se rompa En teoría tú y yo nunca fuimos nada Fuimos una historia que se quedara en pasada Nuestra conversación la tengo archivada Y ahora para olvidarte yo le doy otra calada Me muero por preguntarte: ¿qué tal la universidad? ¿Qué tal el trabajo? En general, ¿qué tal te va? Aunque parezca que estoy bien, yo sigo con ansiedad Y me muero por llamarte to' los días de madruga' Dime si te acuerdas de esa tarde en el sofá Estábamos felices sabiendo que iba a acabar Te despediste como siempre, aunque ese era nuestro final Sabía que ese beso era el que me iba a matar Y te dedico esta canción pa' que la escuches en el coche Pa' que no nos olvidemos de esos besos por la' noches De decirte que te quiero, aunque ya no estemos juntos Si parecían mil horas cuando eran dos segundo' Y ahora solo te veo por el Instagram Qué guapa que estas Borrando los mensajes que te quería enviar Ya no utilizo WhatsApp si no me piensas hablar Ey, y ahora tengo que reconocer Que todo esto ya se ha acabado Que no me renta volver a pensar en el pasado Que lo que un día dijimos que sería para siempre Y ahora yo te escribo esto pa' escucharlo en unos meses Y ya notaba que todo no iba tan bien Cuando había días que no me querías ver Cuando te decía que no te quería perder Y también que eras la única y no me querías creer Y ahora tengo un puñal, clavado en el corazón Ahora tengo mucho más sola mi habitación Vete con cuidado, sin hacerme daño Y cuando te vayas cierra la puerta, lo pido por favor Y te dedico esta canción pa' que la escuches en el coche Pa' que no nos olvidemos de esos besos por la' noches De decirte que te quiero, aunque ya no estemos juntos Si parecían mil horas cuando eran dos segundo' Y te dedico esta canción pa' que la escuches en el coche Pa' que no nos olvidemos de esos besos por la' noches De decirte que te quiero, aunque ya no estemos juntos Si parecían mil horas cuando eran dos segundos