Yo andaba navegando por los treinta Sin el amor que tanto deseaba, Y entre mis labios triste y macilenta Una rosa sin tallo se quemaba. Con desesperación buscaba dueño Y soñaba la cárcel de unos brazos. Pero me despertaba de mis sueños Con el alma sin voz hecha pedazos. Y de pronto, y de pronto, En el último minuto, A punto de vestir de un negro luto Te vi llegar feliz un mediodía. Y el otoño sin rosa de mi espera Se convirtió en florida primavera Cuando se unió tu boca con la mía. Tu boca con la mía, tu boca con la mía, ¡con la mía!. Y tus besos, y tus besos, En el último minuto, En rosa convirtió mi negro luto, Y mi canción de pena era alegría Y por eso mil veces yo bendigo El día aquel que me encontré contigo Y se unió tu boca con la mía. Tu boca con la mía, tu boca con la mía, ¡con la mía!.