Tropecé, me tomaste el pulso para ver si aún estoy aquí, La necesidad de siempre reprochar. Suplícales y pídeles que no, Que no me maten por favor. Es una complicidad, que mentira hasta matar, Ya lo verás, en medio de los dos solo queda la maldita soledad. No me vi, no te vi dispuesta a sacarlo todo, Lo mejor, lo peor de ti es siempre reprochar. Suplícame y pídeme que no, Que no te mate, por favor. Es una complicidad, que mentira hasta matar, Ya lo verás, en medio de los dos solo queda la maldita soledad. Sabes que nada puede ser mejor, ser desde los dos, No sé ni que es peor que mi lamento. Es una complicidad, que mentira hasta matar, Ya lo verás, en medio de los dos solo queda la maldita soledad. Sabes que nada puede ser mejor, ser desde los dos, Ya no sé ni que es peor que mi lamento.