Desde que llegué aquí no dejo de cuestionar si estoy haciendo lo que Quiero en realidad, Pero ya aprendí a vivir con una constante Sensación de error que no me deja pensar con claridad. Preocupándote por mí me hiciste comprender que quizás valga la pena Seguir, y no me importa admitir Que dejaría todo con tal de no sufrir. No te mostraré todo lo que quiero ser, no puedo atarte aquí. No quiero convencer a nadie de lo que no puedo conseguir. ¿Y el miedo que sentí aquella tarde en Madrid al darme cuenta de que estaba solo aquí? No me puedo imaginar qué habría hecho sin ti todo este tiempo. Y si ya no nos vemos, ¿seguiremos siendo amigos? Y si al final termina todo, ¿al menos tú estarás conmigo?.