Aún viene a mi mente La imagen tan decadente Que dabas cada mañana Ultrajando los preceptos De tradición universitaria El verano del 96 Desayunabas Restos de champán caliente Con rodajas de naranja Con los chicos que ultimaban Los barcos de las regatas Casi a la hora de comer En la capilla del puente Donde me dabas la mano Cada vez que te asaltaba Algo que identificabas Como el miedo a quedar sola Por el pánico a encontrar tu amor Y recuerdo un poco a Amy Que estudiaba entre sus libros Rebosando anotaciones Todas las combinaciones De estudiantes italianos Que acechaban en Saint Giles Y también estaba aquel chico francés Que te gustaba Que llevaba un polo rojo Y se le encendían los ojos Al mencionar al equipo De esgrima de su ciudad Y las tardes de julio Terminaban con nosotros Cuando el sol casi asomaba En el patio en que formaban Las niñas uniformadas Del colegio protestante Con la insignia en forma de flor Y el roast beef de oferta Del sitio al que me llevabas Cuando la clase acababa Justo al volver del lugar Que alquilaban bicicletas Con aquel extraño manillar Y las tardes declamando Con acentos afectados Párrafos que se olvidaban En la colina del parque Donde empezaste a gustarme Enseñándote a fotografiar Y las postales gastadas De estar al sol todo el día Daban una imagen desvaída De las calles Las cafeterías Donde las tertulias se afilaban Las intenciones morían Las pasiones traicionadas Dibujaban sus miradas De cierta amistad correspondida De una especie de complicidad Y entonces me hacía gracia Pero hoy me parece triste Y tiene un punto siniestro Recordarlo con el tiempo Las personas que quedaron Los lugares que se pierden Los olores que dejamos En los suéters que abrazamos Para no volver a vernos otra vez