En Granada había una rosa Más bonita que ninguna, La blancura de la fuente Envidiaba su hermosura. De noche cuando La Alhambra Se iba vistiendo de luna, Bajaba el viento a Granada Solo pa ver su hermosura. La rosa se distraía Oyendo los surtidores, Mientras el viento gemía De amor en los miradores... Ay, mi rosa de La Alhambra, Rosa de la morería, Haré lo que tú me mandes, Con tal de que seas mía. Manda repicar campanas Qué yo las repicaré. Manda que se seque el Darro Y no volverá a correr... Pero por amor de dios, Pero por amor de dios, No mandes que no te quiera Porque eso no puedo yo. Pasó la reina una tarde A la vera de la rosa, Sí la rosa era de nieve La reina era más hermosa. Y cortandola del tallo, Con mano de terciopelo, Con un alfiler de plata Se la prendió sobre el pelo. Y por la noche en La Alhambra, Cuando la rosa moría, El viento en los arrayanes Muerto de dolor decía: Ay, mi rosa de La Alhambra, Rosa de la morería, Haré lo que tú me mandes, Con tal de que seas mía. Manda repicar campanas Qué yo las repicaré. Manda que se seque el Darro Y no volverá a correr... Pero por amor de dios, Pero por amor de dios, No mandes que no te quiera Porque eso no puedo yo.