El rio va bocabajo burlando troncos y cerros El agua es sombra tranquila timoneando en el silencio Una gaviota hacia Niebla grita su canto de invierno Y en la ribera se ahoga la sombra sucia de un perro Un bronco motor emerge desgarrando un ruido nuevo: Luego brotan en la sombra dos convoyes madereros Valdivia entera se duerme en un dulce sueño espeso. Hacia Las Animas zumban sordos los aserradores. Dos amantes se reparten puente y rio con los dedos Y un guardia oscuro vigila los avatares del viento Y abajo, en Corral, la noche del mar ahoga un lamento Y en su corazón salino Flotan marinos y muertos. Yo permanezco tranquilo con las manos en los remos Y un pitillo reluciente sangrando bajo el sombrero. No quiero mirar el agua porque estan tus ojos dentro: La oscuridad de la altura no me libra del lucero No quiero tocar tu tierra y me alejo rio adentro! No quiero tocar el aire y en gruesa manta me envuelvo! No quiero morder tu nombre y fumo y fumo en silencio! Pero de todo me asaltas porque en todo estas viviendo: Los martillos van labrando los juncos de tu cabello, El viento canta en tu boca, el rio brilla en tu cuerpo, Y en cada nombre que nombro salta el tuyo como un beso Pero en tu pecho cruzado por rios turbios y fieros Flota olvidado en la noche mi nombre como un madero.