Vendrá el día en que todo pase, Y en que allá en otras arenas, Donde vuelva yo a través De la distancia y las mareas. ¿Quién vendrá para esperarme? ¿Quién habrá quedado al fin? Y la espuma me contesta: No te dejare partir. Bien que sepa que he aprendido Tanto de estas soledades, Que me bastará un recuerdo Para conjurar los males. Cuando el viento de otras noches Más dichosas me acaricie La brisa que habla en mi oído No me dejarás, me dice, Y recorro el horizonte, Y me pierdo en el camino, Y me baño entre las olas, Y al final siempre es el mismo Caminante que regresa Sin saber que espera aquí, Y la arena se me enreda y dice: No te irás de mí. Cuando en lo alto de la noche Brilla a ratos el zafiro Luminoso de tu estrella Y la llamo mía, y le escribo, Como quisiera alcanzarte Desde este reino de sal, Y una nube pasa y dice Tú jamás serás ya igual. ¡Ay mi amor si tú supieras! Todo lo que me hace en falta, Tu mirada y tu sonrisa, Y tu mano en las mañanas, Si llegaras a saberlo más, ¿Cómo te haré sentir? Que quisiera ir a tu lado Más, la isla, no me deja salir.