Ayer te vi con tu vestido de papel Paseando sin saber adonde estaba el bien, preguntando por el mal. A nadie le sorprende verte caminar por la gran ciudad. Yo sé que para ti la vida no se termina aquí, Quien te aceptará, quien te comprenderá Que una mujer también puede elegir. Ayer te vi con tu sonrisa capulín Sentada en la estación fingiendo ver llegar Un tren que nunca partirá. Me aproximé hasta ti queriendo Descubrir el ritmo de tu pena Y entonces comprendí que en tu tristeza hay lucidez. La vida es dura si se trata de vivir Siempre a tu manera Seguro eso no es lo que la corriente espera de ti. Y me pregunto quién perderá tu miel, Quién matará la flor, Quién te dará un racimo de uvas para compartir.