Estoy bien aquí, sin moverme ná No sé qué decir, ni cómo actuar En este jardín: nubes de jazmín, horizontes de azahar Yo desordenaba las coordenadas Para no poder volver a la realidad Y no verme cargando el peso de las alas Del confinamiento de la ciudad Tengo septiembre en el cuerpo El desmán del verano y la responsabilidad del invierno ¡Se consume el incendio! Y ahora quiero ocuparme de ti y de mí, y de hacernos viejos Vuelven los besos de la nostalgia El "no tengo nada, ¿dónde vas? ¡eh, quédate, anda!" El sol era azul tras las montañas El cuerpo en el suelo La mente en el cielo, el ruido del alma Las muecas, lo que nunca decías, lo que a veces soñabas El monstruo que dormía escondido en la cama El "¿de qué comeré cuando todo se acabe?" El "todo lo que tengo es ese recuerdo que me roba el hambre" Del dichoso calambre trazando el recorrido Por aquél "dámelo todo o nada tiene sentido" De los sábados que dejábamos perdidos Ya sabes, mi casa, tu piso...¡Oh Dios! ¿Y Cómo una canción puede calmar tanta ansiedad? Pues no lo sé, Clara, el tiempo se paraba Nada nos separaba en el centro de gravedad ¿Y cómo puedo saber que todo aquello no morirá? ¿Cómo puede la gente ser tan condescendiente? Tengo un nudo en el vientre, y me estáis regalando piedad ¿Y nosotros qué? Preguntaste en el andén Partimos cada día en busca de una salida y al volver La vida, es no ceder Aguantar la rutina persiguiendo viernes Soportar esta ironía Tras otro golpe, y otro golpe Puedes ser un peso muerto de un remolque Que avanza solo a la deriva O la ira del que escoge el sabotaje como bote salvavidas Romperás, Sin mirar Qué te queda Todo cuanto quede atrás no servirá Volverás, Frente al mar, ¿Qué nos queda? La paz de encontrarnos de vuelta servirá Tú y yo tumbados en el Parque Tiergarten Tú y yo borrachos en la Heldenplatz Tú y yo dormidos en un tren a Interlaken Y el miedo que da no volver atrás Tú y yo en Rauhalatti cruzando un lago helado Tú y yo trepando en la Dune du Pilat Tú y yo en la Hofbräuhaus con la birra en mano Y ahora ya no puedo conciliar Y no dejo de pensar Qué sincero y qué real que mi hogar esté a tu vera