Busca, busca... ¡Nada vas a encontrar! Solo oigo el silencio de mi voz Y es lo único que quiero escuchar en todo el día Solo oigo el silencio de la luz del atardecer Y créeme: no necesito nada más ¡Todo!, ¡Todo!, ¡Todo!, ¡Nadie! ¡Todo!, ¡Todo!, ¡Todo!, ¡Nadie! Quiero quedarme y no volver jamás Si nadie puede salvarnos de nosotros ya Quédate donde el cielo se consume Quiero escaparme y soltar los demás Si nadie puede salvarse de la humanidad Muérete, el infierno está en las nubes ¡No te oigo! ¡No te oigo! Solo oigo los árboles moverse Y créeme, no necesito nada más Solo bebo el agua de una fuente Y créeme, lo único que voy a tragar Solo hay el sosiego de la luz del atardecer Y esa armonía ordena mi cabeza después De las destrozas del ruido en la urbe, si ruge la urbe