Kilómetros de viña, asfalto y cereal Oxidan el 'tic-tac' de los relojes. Caminos que, aun sufriendo, No olvidan madrugar. Ignoran el flasheo de los precoces. ¡Y allá van! Con arena entre las uñas Mientras dan el sentido y el calor al pan. ¿Quién se irá Mientras quede una piedra por labrar? Las aspas del molino No descansarán. El viento es libre Y seguirá. Una ausencia Inunda nuestra geografía. Ha llegado el frío. Dibuja nieve en los bolsillos. La pera madura Augura falta de puchero. Ya sólo deambulan huesos Por las calles con el rocío a cuestas. Ves dunas en las plazas, Sientes al viento entre las encinas Sonando a grito de ayuda. Y su eco suena a auxilio, Escapa el sonido y descansa el ruido, El verde se desnuda para ser libertad En el lugar donde la tierra húmeda te abraza el olfato. Legumbre, bellota y trigo; Fuente y destino de las energías Cultivando un mañana Que recuerda a antaño. Tallo y sol, Madera y sombra, Sudor y tierra, Aliento y colcha... Barriendo la arena de las calles En verano Saliendo Mientras llueve el campanario Nos trasplantaron a los núcleos urbanos Y quemaron la tierra que nos germinó. Sentimiento de enjambre huyendo de la colmena. Ancha es Castilla y las cuerdas no lo amarran todo. Que nuestras raíces no quieren maceta. Que somos para ser, no para que nos dejen ser. Cuando hagáis de la escarcha gas y de la tierra lodo Huiremos a unas montañas hechas para ser respiradas Y exigiréis el pan que nos negasteis. SI NOS APUÑALÁIS REGAREMOS CON SANGRE NUESTROS CAMPOS. ¿Quién se irá Mientras quede una piedra por labrar? ¿Quién se irá Cuando el trigo te recuerda que es hogar? ¿Quién se irá Con los buitres acechando su lugar? ¿Quién se irá? El sudor de nuestra gente crea un mar. ¡Nuestra tierra es nuestra!