Puede que tú, puede que yo, puede que lo diga yo, Pero ya no existe nada entre los dos. Me puedo equivocar de los pies a la cabeza y no enterarme. No hay por que subrayar las cosas que tu crees tan importantes. Si tú te aburres yo estoy perdido. Vivir contigo es un castigo. Puede que tú, puede que yo, puede que lo diga yo, (bis) Pero ya no existe nada entre los dos. Me voy a emborrachar al bar de abajo para no aguantarte; Así te doy más tiempo para hacer una llamada a tu amante. Y tú me miras como un verdugo. Te doy cariño y tú mendrugos muy duros... ¡Muy duros! Puede que tú, puede que yo, puede que lo diga yo, Pero ya no existe nada entre los dos.