Desde el acantilado hasta tu espalda La flor que me coloca en tu guirnalda. Un torero se inclina por un clavel, La tarde que me evoca hasta tu piel. Mi margarita deshojada, Mi flor temblando oculta en la enramada. Quizás está esperando algún quizás, Desvelo que yo sé, no volverás. La voz que me repite ¿Tú qué das? Quemado por incienso En la tersura de un alcatraz De alcatraz. La orquídea que llevas fijada al pie, La noche que obscurece hasta mi fe. Tristeza y amargura a flor de piel. Desde el acantilado hasta tu espalda La flor que me coloca en tu guirnalda. Las rosas que he llevado hasta el panteón, Reviven tu recuerdo en mi canción.