Dejad al don nadie batirse en duelo Con el rey de espadas, Dejad al poeta que rime sus sueños En medio de la tempestad. No les digáis que ya es hora de despertar, Nadie les espera cuando vuelvan a la realidad. Dejad al que escapa bailar con la sombra De la amante perdida, Dejad a la estatua creer que algún día Podrá bajar de su pedestal. No tienen prisa por saber cuál es la verdad, Nadie les espera cuando vuelvan a la realidad. Dejad que nos embriaguen Las sirenas con su canción, Dejad que el vino nos salve Al darnos su bendición. No les digáis que ya es hora de despertar, Nadie les espera cuando vuelvan a la realidad, Cuando vuelvan a la realidad.