No me importa que seas besucona Ni que juegues conmigo a las sirenas Ni que seas tan lista y tan persona Ni que rías mis gracias y sonrías mis penas. No me importa que estés tan disponible Ni que tengas la piel así de suave Ni que seas bebible y comestible Ni que tengas tu piso y me dejes la llave. Te tendré que aceptar tal como eres. No me importa que sepas de cocina Ni que cuajes de flores tu terraza Ni tus dotes medidas de adivina Para hacer sugerencias o para no meter baza. Te tendré que aceptar tal como eres: Una de esas mujeres Que ocurren en la vida Enigmas como tú para mi voz de amante Contante Sonante No darla por perdida. No me importa saber lo que no dices Mientras pintas tus labios de camelia Ni me importa que te intelectualices Y me leas de todo, que pareces Babelia. No me importa el silencio que desnudas Cuando estoy ya despierto y tú aún dormida Ni me importa el runrún con que saludas Y recreas el mundo, recién amanecida. Te tendré que aceptar tal como eres. No me importa que digas que me quieres Ni que vuelvas la espalda a tus ideas Cuando me hablas de mil amaneceres Sin salir de mis brazos, aunque no te lo creas. Te tendré que aceptar tal como eres: Una de esas mujeres Que ocurren en la vida Regalos como tú Para mi voz de amante Contante Sonante No darla por perdida. Te tendré que querer tal como eres, Me tendrás que aceptar tal como soy.