Por fin te encontré Como un candil brillando entre la nada. Yo era Robinson Y descubrí tus huellas en la playa. Tanto te esperé... Yo, Adán expulsado del paraíso. Tú, Eva maldiciendo la manzana. Allá donde tú viajas va mi edén. Por fin te encontré. Te encontré por fin, Vagando por las dunas del pasado. Y sacié mi sed, Bebí del breve hueco de tus manos. Tanto te esperé. La mirada de un niño tú me diste, La luz de un verano que había olvidado, El temblor que trae la primera vez. Por fin te encontré. Ven aquí, no digas nada. No hace falta, que la noche ya Aprendió de tus silencios Y a descifrar nuestros cuerpos. Derrumbemos las cautelas. Compañera estoy perdido y ya Para tener miedo es tarde. Bendito azar es encontrarte Yo no te busqué Y apareciste abriendo una ventana Como un vendaval Que trajo perfume a tierra mojada. Tanto te esperé... Yo, Adán expulsado del paraíso. Tú, Eva maldiciendo la manzana. Allá donde tú viajas va mi edén. Por fin te encontré. Ahora has de saber Que me hundo en tu mirada inabarcable, Que esta aurora trae Certezas para espantar soledades. Tanto, tanto te esperé... Y puede que el planeta se derrumbe Que la lumbre del mundo un día se apague Que el tiempo arruge el alma y nuestra piel, Pero yo por fin te encontré. Ven aquí, no digas nada. No hace falta, que la noche ya Aprendió de tus silencios Y a descifrar nuestros cuerpos. Derrumbemos las cautelas. Compañera estoy perdido y ya Para tener miedo es tarde. Bendito azar es encontrarte. Por fin te encontré, Como un candil brillando entre la nada. Yo era Robinsón Y descubrí tus huellas en la playa.