Es tan difícil admitir Que no habrá viaje de vuelta Al cruzar aquella puerta, Que no estarás allí Esperándome Para hacerme sonreír Cuando toda esa belleza Me desgarre y me convierta En un cielo sin cometas, En un náufrago sin sed. Aprendiz de marioneta Que camina sin tocar el suelo con los pies. Ese hombre que creía ser un genio Y era solo que perdía la cabeza. Es difícil resistir A la idea de escapar. Porque el náufrago que pierde la memoria Sabe que no hay vuelta atrás, Cuando el barco en el que viaja se disuelve Lentamente en la oscuridad del mar, Cuando el náufrago se encuentra de repente Sin madera que agarrar, Cuando tú tan solo seas el juguete Que mi mente olvide en el tobogán. Háblame, háblale A ese cielo sin cometa, A ese náufrago sin sed. Aprendiz de marioneta Que camina sin tocar el suelo con los pies. Ese hombre que creía ser un genio Y era solo que perdía la cabeza Háblame, háblame.