Arde, con fuerza en este frío Con todo el alma en vilo Buscando una razón Tiemblan los muros de esta celda Que no pueden ni intentan Contener su corazón Brazos, cerrándose en abrazos De un Padre que dio tanto De un Hijo que murió Lloran, Reyes y tronos lloran Ante un hombre en la sombra Rezándole a su Dios La mira, y al verla el mundo gira Y en un sólo segundo Al cielo estremeció Besa, donde ella pisa él besa Secándose las lágrimas Al pedirle perdón Alza, un paso al firme al alba Ejércitos se apartan Ante su convicción Siente, el peso que le viene Pero nada detiene Su sencilla decisión Duerme, tranquilo el niño duerme Sufre porque no puede Darle algo mejor Calla, y en el silencio grita Se le traspasa el alma Sufre su condición Un te quiero mudo en un silencio acogedor Un humilde carpintero duerme en brazos a su Dios Un te quiero mudo en un silencio acogedor Un humilde carpintero mira a los ojos a Dios Sonríe, tranquilo al fin sonríe Y en un último aliento hizo llorar a Dios Un te quiero mudo en un silencio acogedor Un humilde carpintero duerme en brazos a su Dios Un te quiero mudo en un silencio acogedor Un humilde carpintero mira a los ojos a dios