Llegaron al pueblo de noche Como serpientes con sus carteles colgantes Para clavar y atar las tiendas Pensar en la sonrisa Y tomar las riendas. Y en el furgón Un perro encadenado Hecho de plata y corazón. Y quizá tarden en volver Seda y especias en sus pies Amables dan más, ¿quién da más? Vean con sus propios ojos la verdad. Mete la luz en el bolsillo El único sonido: un móvil sin sentido. Sus manos son como las balas Y en un momento Ya no hay nada en cada jaula. Suena el tambor Que anuncia un paraíso Y te promete lo mejor. Y quizá tarden en volver Seda y especias en sus pies Amables dan más, ¿quién da más? Vean con sus propios ojos la verdad.