A veces pienso que vendrás A rescatarme del ayer, A perfumar mi soledad Con el aroma de tu piel, Pero tu sombra es tan fugaz Que casi ni la puedo ver. Qué pena, qué pena, qué pena, Que todo vuela. Qué pena, linda, qué pena, Qué pena, que ya no vuelvas Con el sol, cuando amanece, Ni en cada atardecer, Ni en cada atardecer. A veces siento que el azar No hace las cosas sin querer, Por eso trato de escapar A bordo de mi última fe, Pero me vuelvo a tropezar Con lo que ya no puede ser. Qué pena, qué pena, qué pena, Que todo vuela. Qué pena, linda, qué pena, Qué pena, que ya no vuelvas Con el sol, cuando amanece, Ni en cada atardecer, Ni en cada atardecer.