Mañana te veré en el mismo sitio En aquel viejo escondite voy a estar Preparando aquel lugar a tu llegada Esperando que talvez puedas notar Que soy yo quien te acaricia con la brisa Pero vives tan a prisa Que no lo puedes notar Y sé que muchas veces me has nombrado He acudido a tu llamado Pero ni cuenta te das Soy aquel que ilumina tus noches Disipando la duda y dolor Siempre he sido puntual Al oír tu llamar Porque yo soy el Dios que responde Soy aquel que siempre toca a tu puerta Esperando puedas responder Quiero hablarte al oído Y decirte: "Hijo mío, Yo he vencido, ya no hay que temer" Si tocas a la puerta el te responde Si llamas el te contestará Si le buscas le hallarás en el mismo sitio En aquel viejo escondite, allí Él está Él es aquel que te acaricia con la brisa Pero tú vives tan a prisa Que no lo puedes notar Y sé que muchas veces lo has nombrado Él acudido a tu llamado Para darte libertad Soy aquel que ilumina tus noches Disipando la duda y dolor Siempre he sido puntual Al oír tu llamar Porque yo soy el Dios que responde Soy aquel que siempre toca a tu puerta Esperando puedas responder Quiero hablarte al oído Y decirte: "Hijo mío, Yo he vencido, ya no hay que temer" (No) (Hay) (No hay) (Que temer) (No) (Hay) (No hay) (Que temer) (No) (Hay) (No hay) (Que temer) (No) (Hay) (No hay) (Que temer) Fin