Hace mucho tiempo me volteé en un río A mi viejo bote le arrastró un remolino Abrió su bocota, se trago las notas Que yo iba cantando a lo indescible del destino Me fue sumergiendo en agua de azar En la mágica necesidad de respirar Ahí vi que no hay tiempo cuando amas la vida Y en este momento curé todas mis heridas Perdí un inventario de penas de amor Perdí mi guitarra pero salvé una canción Perdí la vergüenza, perdí la escritura Que justificaba para siempre mi locura