Nunca quise saber de ti Nunca quise salir a buscarte Bien que estaba sin tu mirar Sola solita con mi arte Nunca quise bailar contigo Estar entre tus brazos Nunca quise entrar en tu castillo De barrotes encantados Y ahora me arrodillo ante ti Y suplico clemencia Que mis alas ya no vuelan más Sin tu cálida presencia Solo quiero oírte cantar Ser sumisa de tus sueños Que cuando quise yo verte llorar Me enamoré de tus pañuelos Y ahora me arrodillo ante ti Y suplico clemencia Que mis alas ya no vuelan más Sin tu cálida presencia Ay, dicen las estrellas Que yo nunca te he visto jugar Que nunca quise yo beber de tu sangre Que nunca quise yo ser fuerza del azar Y es que nunca quise yo siquiera imaginarte Bien que estaba sin tu mirar Sola solita con mi arte Y ahora me arrodillo ante ti Y suplico clemencia Que mis alas ya no vuelan más Sin tu cálida presencia