Si alguna vez pruebas la miel que da la vida Debes saber que no es la misma Después que ves el lado duro que es cuesta arriba Cuesta también el entender Que para ser lindo diamante Hay que cruzar el fuego humeante Que va a quemar tu alma mate Y ya refulges Y ya reluces como la centella hermosa que nace en la tempestad Si la tierra que te vio nacer, años tarde te ve florecer ¿Cuántos serán los cantos, que al volver, te dediquen con trinos por doquier? Y en el bello y malva atardecer en tu nombre se podrá leer Que hay que hacer que la muerte nuestra valga la vida