Es la quinta vez que me mandas al diablo Y la sexta que me cuelgas la llamada Sin contar las flores que me has aventado Pero tú tienes la culpa de gustarme demasiado Siempre pones tu cara de sangrona Y la neta si te miro hasta más chula Tus desaires solamente me provocan El antojo de tenerte por las venas me circula No por algo a mí me dicen aferrado Es mejor que te vayas acostumbrado A ver quién de los dos se cansa primero Tú de rechazarme o yo de andar de de necio Esos labios algún día van a ser míos Cuánto apuestas donde quiera te lo firmo Por más que te niegues de estar en mis brazos Ya te vi después flojito y cooperando Por eso, por tus desprecios no me agüito Al contrario hasta se siente bonito