"...Estoy anclado en vidrio azul Cortado por la vastedad En la que nada habría Por siempre A mi déjame bajo el mar Donde la luz se precipito..." (Fuga, Luis Alberto Spinetta) Un navío en tu mirada trae vértigo Horizontes que se esconden a los ojos del amor Los misterios de los mares más desérticos O la leve incertidumbre de cuando se esconde el sol Ya no vuelve Ya lo viste Suficiente Debe irse De haber sabido sabes que estaría ahí contigo Embarcaría en una nave desde el puerto más antiguo Viajaría con las aves sin tener claro el destino Gritaría por las calles de Santiago que estoy vivo Sin embargo No lo supe Y hoy me enfrento Al abismo El acantilado Protege de la fuerza de las olas a los faros El acantilado Reemplaza a las sogas de los que han saltado El acantilado Protege de la fuerza de las olas a los faros El acantilado Reemplaza a las sogas de los que han saltado Un salto con gestos olímpicos Ha de acabar en las rocas Si el poema te falla en lo lirico Mejor que empaques tus cosas Y navegues por mares pacíficos Hasta que te encuentre la estrofa Seguramente en una isla con pocas playas lindas Donde siete de sus cinco flores sean venenosas Con toda su fauna extinta, por motivos que nadie explica Pero si la encuentras te juro que luce hermosa ... Hay que encontrarla ... ... Me declaro fanático del vértigo Que propone la distancia que tomamos Soy contrario a la tesis de Copérnico Porque creo que el sol está en tus manos El acantilado Protege de la fuerza de las olas a los faros El acantilado Reemplaza a las sogas de los que han saltado El acantilado Protege de la fuerza de las olas a los faros El acantilado Reemplaza a las sogas de los que han saltado