Me han llamado el agente sin nombre, porque vivo entre la oscuridad, Soy el brazo derecho de un hombre respetado, temido y formal, Yo jamas le discuto una orden, soy tan solo el que va a ejecutar. La grandeza del jefe de jefes es tratarnos a todos igual, Desde el pobre que a penas comienza, Hasta el grande que tiene un lugar, Nada mas no le pruebes la fuerza, porque puedes pasarla muy mal. Muchos creen que cambiando de bando están lejos del brazo del rey, No te fíes de lo que te dan alas, porque el jefe hace su propia ley, Que ocurrencia de aquel que pensaba Que a un león bravo se lo come un buey. La misiva que te manda el jefe la conoces de sobra también, Aparenta ser inofensiva, pero lleva un mensaje al infiel, Muchachito si aprecia su vida solo pido que se porten bien. Por mi parte te digo novato, que ya traigo la orden de actuar, No te asustes y no tiembles tanto, Son chicharras y es un no te creas que yo Fui el de los tambos, pero insiste y lo puedes probar. Ya me voy pero sigo pendiente del gran jefe y su tranquilidad, Porque no faltaran arribistas que en su fama quieran jinetear, Vale mas que a la buena desistas porque lejos no vas a llegar.