Como si fuera renegando del Destino De trenzar leguas y leguas sobre la triste extensión, Va la carreta rechinando en el camino Que parece abrirse al paso de su blanco cascarón. Cuando chilla la osamenta Señal que viene tormenta... Un soplo fresco va rizando los potreros Y hacen bulla los horneros anunciando el chaparrón. Y la pampa es un verde pañuelo, Colgado del cielo, Tendido en el sol. Como a veces resulta la vida Sin sombras ni heridas, Sin pena ni amor. El viento de la cañada Trae gusto a tierra mojada Y en el canto del viejo boyero Parece el pampero Soplar su dolor. Se ha desatado de repente la tormenta Y es la lluvia una cortina tendida en la inmensidad Mientras los bueyes, en la senda polvorienta, Dan soplidos de contento como con ganas de andar... ¡Bien haiga el canto del tero Que saluda al aguacero! Ya no es tan triste la tristeza del camino Y en el pértigo el boyero siente ganas de cantar. "Langanay, viejo buey, lomo overo, Callado aparcero de un mismo penar, Igual yugo nos ata al camino... ¡Cansado destino De andar y de andar!" ¿Adónde irás, buey overo Que no te siga el boyero? Y la pampa es un verde pañuelo, Colgado del cielo, que quiso llorar