Esta puerta se abrió para tu paso, Este piano tembló con tu canción. Esta mesa, este espejo y estos cuadros Guardan ecos del eco de tu voz. Es tan triste vivir entre recuerdos... Cansa tanto escuchar ese rumor De la lluvia sutil que llora el tiempo Sobre aquello que quiso el corazón. No habrá ninguna igual, no habrá ninguna, Ninguna con tu piel ni con tu voz. Tu piel, magnolia que mojó la luna. Tu voz, murmullo que entibió el amor. No habrá ninguna igual, todas murieron Desde el momento en que dijiste adiós.