Me encantaría ser la canción que estás necesitando Poder poner piedra sobre piedra en tu corazón Saber cantarte amigo lejos, amigo hermano Darte el abrazo que hace falta en ésta ocasión Ser el sostén que yo tuve en vos tantas otras veces Juntar tus penas en un atado y secarlo al sol Y ser el brillo que te acompaña en el desconcierto Ese desierto que habita, a veces, tu corazón Quisiera darte, mientras te canto, mi amigo hermano Ésa palmada en la espalda que anda faltándonos Contarte que la tormenta a veces sacude el árbol Que el viento sopla pero no siempre en nuestro favor Y asegurarte que nada de esto será para siempre Que lo que duele acaba siendo también lección Y recordarte que no estás solo en éste desierto Que estamos juntos en el intento de atravezar éste desconcierto Poniendo versos en en ésta carta hecha canción