Llagas abiertas, sillas vacías. Colillas de cigarro dándole los buenos días, Remendando los errores Que en el pasado cometió. Huyendo duro entre humo toxico Angustiado, pensando, Alucinando, qué se yo. Así comienza un nuevo día Atrapado en su prisión. Ahí estaba y se perdió, nadie lo rescató. Los malos consejos y la vida fácil escogió Ahora los suyos sufren al ver su angustiosa situación. Pero el piensa... Que el mundo solo lo dejó. A excepción, de esa mujer Que toos' los días va a ver, le deja de comer, Le dice hijo mío nunca te abandonaré La que no, pierde la fé, La que noche a noche reza y pide a dios Por ver a su hijo renacer. Él nunca pensó que iba a caer, siempre se vio fuerte, Perdió a sus amigos y su mujer, nunca más fue a verle. Sus hijos se avergüenzan de él, No soportan ver a su ejemplo caer. Fue esa misma decepción, la que los alejó Y abrió la herida más grande en su corazón. A excepción de ese hombre Que llorando lo abraza y le aconseja bien, Le dice hijo mío siempre te acompañaré. Porque él, sabe muy bien Que una parte de él es responsable De que su hijo no esté bien A excepción, de esa mujer Que no lo deja de amar, lo incita a escapar, Le dice mi wachito nunca solo vas a estar. La que no se rinde al ver, Al ver a su hijo recaer Ella lo ama y él lo sabe bien.