Desechemos pueriles temores Olvidemos antiguo terror Recorrer la carrera celeste Revestidos de noble de valor En verdad es estrecho el camino Y muy débil y flaco el mortal Mas se olvida que el Dios poderoso Puede darnos vigor perennal En tu fuente que nunca se agota Nuestras almas su fe beberán Mas aquellos que en sí solo fían Agotados, sin fe morirán Como el ave veloz subiremos Y en tu trono te habremos de ver Con alas de amor, sin cansancio El camino podremos correr