No sientas que te falte El don de hablar que te arrebata el cielo No necesita tu belleza esmalte Ni tu alma pura más extenso vuelo No mires, niña mía En tu mutismo fuente de dolores Ni llores las palabras que te digan Ni las palabras que te faltan llores Si brillan en tu faz tan dulces ojos Que el alma enamorada se va en ellos No los nublen jamás tristes enojos Que todas las mujeres de mis labios No son una mirada de tus ojos No sientas que te falte El don de hablar que te arrebata el cielo No necesita tu belleza esmalte Ni tu alma pura más extenso vuelo Si brillan en tu faz tan dulces ojos Que el alma enamorada se va en ellos No los nublen jamás tristes enojos Que todas las mujeres de mis labios No son una mirada de tus ojos