Basta ver La luz que nos rodea para ser Espías en la noche y sin querer Ser parte de ésta trama Que desata el nudo que nos une al corazón De la mañana Un cordón de plata Semejante al cuello de una dama Basta oír La lluvia sobre el techo para ir En busca del silencio y sin dormir Sumirse ante el letargo Que anticipa el tiempo dónde el brillo del pensar Se vuelve amargo Un sabor intenso Comparable al beso nunca dado Basta sentir La lágrima viajar por la mejilla luego de reír Para entender Que vida es un instante por vivir Basta ver La lluvia sobre el techo para ser Espías en la noche y sin dormir Ser parte de ésta trama Que anticipa el tiempo que nos une al corazón De la mañana Un sabor intenso Comparable al cuello de una dama