Estimado soldado caído en batalla. Un gracias no basta por su servicio y agalla. Una medalla no le llega la talla. (De lo que usted representa para mí, la guerra también fue violenta para mí) Con lo que yo sé lo que es el dolor, la sangre, su olor, la traición del amado. Yo sé lo que es estar armado sin poder disparar. Mirar a los ojos y que te mientan a la cara. Yo sé lo que es que te midan con distinta vara. Entiendo tu desepción. Con todos y contigo mismo entiendo el abísmo de tus ideas suicidas. Tu falta de autoperdón por las malas partidas que causaron a seres amados heridas por las que te sigues culpando. Yo me pregunto ¿Hasta cuándo? Pero mis palabras en esta carta ¡No! Son de regaño el daño está hecho. Te has regañado y torturado más tú sólo de lo que yo lo hubiera hecho. Desecho tu ruina repruebo tu autodisiplina. Hoy yo te escribo de amor que sane el dolor. (No más temor tú tienes esperanza) Y has sido perdonado si yo no me acuerdo de tu pecado ¿Por qué tú sí? No te voy a dejar en paz hasta que vuelvas en sí y te acuerdes del pacto que tenemos tú y yo. Pacto de dos. Además yo nunca abandono a mis heridos. Y no está demás decirte. Que ya alces la cabeza cambia ya la postura deja de ponerte de pechito pa' que el diablo pueda envestirte. Usa la armadura ya la tienes puesta sólo resta que te empieces a fajar y empieces a pelear. (Sólo da el primer paso yo hago el resto no habrá fracaso) Quiero ver iniciativa quiero mente positiva ya estuvo suave de estar navegando a la deriva. Tienes mi madera enciende la fogata de tú espíritu ponle corazón. No hay razón para dudar. (Es tú momento el regreso que estabas esperando, conquista los muros las trompetas ya estan sonando) ¡Au au! Tú y yo somos más fuertes que trescientos violentos. Arrasaré con tus problemas como viento. Sólo me tienes que creer y empezar a ver. Con fé y no con los ojos. Recuerda tu linaje y ya sacudete los piojos. De tu derrotado ya no quedaran ni los despojos. Levanta los cojos es hora de andar borrón y cuenta nueva. Ya sal de la cueva te espera la luz. El diablo ya se rió lo suficiente. Es tiempo que llore y recuerde mi cruz. ¡Levántate! ¡Me estás escuchando! ¡¡Levántate!! No estoy jugando. ¡¡¡Levántate!!! No te lo estoy preguntando. ¡¡¡LEVÁNTATE!!! ¡Es una orden soldado! La conquista te a llegado te incisto. Atentamente. Tu general JESUCRISTO.