I Los días se me resbalan Inmisericordes. Yo, cántaro asiduo al agua, Sólo aspiro a mi desborde. Ay, no sé de qué forma Será que esto acaezca; Pero, si al mundo se le estorba, No hay más que poner la muestra Y circular. Y esto en cualquier nivel; A pesar de que la sola idea Ponga chinita la piel, Por la angustia de ver roles Convertidos en pavesas, Y que nada se interpone Entre uno y la certeza De ser nadie; Un retorno hacia el principio Sin ingenio ni donaire; Perteneciente a ningún sitio. Son de plastilina Tanto los referentes Como las moralinas Que se escapan de sus dientes. Yo bailaba con las horas "La del moño colorado", Ahora lo hago a solas; Perdí su paso acelerado. ¡Y no me extraña! Mis dos pies izquierdos Muy apenas se las apañan Con el vals de los recuerdos. La 1, las 2, Las 3, las 4... ¡Todas! Me abandonaron, Y sin previo aviso. Las 5, las 6, Las 7, las 8... Trasnocho ensimismado Contemplando el soso piso. Nubes continúan su tour Surcando las alturas; Reciclando el glamour Que desecha la basura. También ellas se apuran Por llegar a ni una parte. Conozco esa cultura. No es muy interesante. ¡Corre! ¡No te vayas a quedar! ¡No sea Que ya no te reste más! Mientras yo seguiré Dando vueltas a las vueltas. Ya te alcanzaré El día en el cual tú vuelvas. ¡Corre! ¡No te vayas a quedar! ¡No sea Que ya no te reste más! Verás... Te encontraré A la hora más incierta; Porque, tengo primero Que recuperar mi cuenta. II Todavía por centavos El mundo se torna frágil. Sucede que está chavo Y, bueno, se le hace fácil. Lo deslumbran las locas Promesas de la celeridad; Es por eso que la coca Sigue siendo una celebridad. ¿Sabes de lo que hablo? La mera verdad, yo tampoco. Pablito clava los clavos; Yo nada más los trastoco. Y tú no estás para saberlo Ni un servidor para contarlo, Pero el afán por entenderlo Es la razón de que esté rapeando. En efecto, la realidad Es ingenioso trabalenguas Cuya genialidad consiste En hacernos sentir mierda. Aunque, cabe mencionar, No he sabido yo de mandíbulas Que, tratando articular, Se hayan convertido en partículas. Menudo timo. Luego yo soy el que anda Ai culpando al pobre destino De que no se aguanta Y que me tiene en vela Con la esperanza de que La noche me dará eso que Mi tonto corazón tanto anhela. Flujo o no flujo, Lo que es, es; Con todo su lujo, Y su escasez. Desde la desfachatez Hasta el tapujo; Desde el refugio Hasta la desnudez. Y uno sigue aquí, en la cárcel De la contemplación. Son los que en ella yacen El porqué de su valor. Pero el ser está allá fuera; Flamante despojo. Hablaron de esta manera Las basuritas de mis ojos. ¡Corre! ¡No te vayas a quedar! ¡No sea Que ya no te reste más! Mientras yo seguiré Dando vueltas a las vueltas. Ya te alcanzaré El día en el cual tú vuelvas. ¡Corre! ¡No te vayas a quedar! ¡No sea Que ya no te reste más! Verás... Te encontraré A la hora más incierta; Porque, tengo primero Que recuperar mi cuenta.