El que agandalla, no batalla Sigue teniendo a su servicio Un puñado de sucias leyes —Raída herencia del saqueo Es familiar directo de un Notable líder y empresario Don El que no transa, no avanza De mexicanidad insigne Dime de qué presumes Y te diré de qué careces Se burlaba de O todos Coludos, o todos rabones Decía entre risitas Que quién carajos se creía Cuando, de pronto, ¡ouch! Menudo mordidón de lengua Allá va Caras vemos Corazones no sabemos Con el traje viejísimo De su falsa perspicacia (Se lo halló abandonado Cabe mencionarlo.) Hoy Tiene la fiesta en paz (Paz de la del cementerio.) Ya merito y Sí se puede Siguen comentando el gol En la obesidad de su Borrachera sabatina (Gol sin tiempo ni espacio; un Solo grito hecho de almas.) Sólo San Lunes enfría Insolente, su polémica Faltando un año para Jubilarse, No hay más que Echarle ganas fue Sin más ni más, despedido Pensativo escuchó a Todo por servir se acaba Informárselo con Impostada cortesía El pueblo, unido Jamás será vencido Es un preso político De su propia voz Cada loco con su tema Inmerso en su monólogo No hay verdad absoluta Disimula contumacia Pasa el tiempo. Pasa No para ellos. No Para Aquí es la Ley De Herodes tampoco Esta inercia sepia Ha contaminado el aire Respiramos óxido Pero ni quien se sorprenda Y aún pululan, como zombis Piensa mal y acertarás Zapatero a tus zapatos ¡Viva México, cabrones!... Barullo urbano de voces Revolcándose en su hollín, mientras Copia mi estilo, si es que puedes Se prueba una nueva boina Se ha hecho de la palabra Una olla de frijoles quemados Se ha hecho de la palabra Una olla de frijoles quemados Se ha hecho de la palabra Una olla de frijoles quemados Regreso al prosaico Agujero del que salí